Durante la pubertad, el aumento en el nivel de las
hormonas sexuales, como la progesterona y posiblemente el estrógeno, causan un
aumento en la circulación sanguínea en las encías.

Durante esta época,
las encías pueden inflamarse, enrojecerse y producir sensación de dolor.
Cuando los jóvenes van pasando la pubertad, la tendencia de las encías a inflamarse como respuesta a los irritantes disminuye.
Sin embargo, es muy
importante que durante la pubertad se siga un buen régimen de higiene oral en
el hogar que incluya el cepillado y el uso habitual de la seda dental.
En algunos casos,
un odontólogo puede recomendar terapia periodontal para ayudar a prevenir el
daño a los tejidos y al hueso que rodean y soportan los dientes.
El diagnóstico
temprano es importante para obtener un tratamiento exitoso de las enfermedades
periodontales.

Deben saber que una
forma avanzada de enfermedad periodontal puede ser un signo temprano de que su
niño tenga una enfermedad sistémica.
Se debe considerar
una evaluación médica general para los niños que presentan periodontitis
severa, especialmente si parece ser resistente a la terapia recomendada por su
odontólogo.
Muchos medicamentos
pueden producir sensación de resequedad en la boca o crear otras amenazas a la
salud oral.
Asegúrese de
decirle a su odontólogo de cualquier otro medicamento que los miembros de su
familia estén consumiendo.

Los odontólogos
pueden hacer férulas a la medida, para evitar el rechinar de los dientes por la
noche.
Algunos
investigadores sugieren que la enfermedad periodontal se puede pasar a través
de la saliva.
Esto significa que
el contacto de la saliva, común en las familias, puede exponer a los niños y a
las parejas al riesgo de contraer la enfermedad periodontal de otro miembro de
la familia.
Cuando esto ocurra,
todos los miembros deben ver a un profesional para recibir una evaluación
periodontal.
La medida
preventiva más importante contra la enfermedad periodontal es la de establecer
buenos hábitos orales en sus niños.
Hay tres medidas
preventivas básicas para ayudar a su niño a mantener una buena salud oral:
Instituya buenos hábitos de salud oral temprano.
Cuando su niño
tenga 12 meses, puede empezar a usar pasta dental cuando le cepille los
dientes.
Sin embargo, use
sólo una gótica de la pasta dental y empújela dentro de las cerdas para que su
niño no se la coma.
Cuando los espacios
entre los dientes se le cierren, es importante empezar a usar el hilo dental.
Dé usted el buen
ejemplo; practique buenos hábitos de salud oral delante de sus hijos.
Establezca para su
familia visitas regulares al dentista para los chequeos, las evaluaciones
periodontales y las limpiezas.
Examine la boca de
su niño para determinar si hay signos de enfermedad periodontal, incluyendo
sangrado, hinchazón, recesión, enrojecimiento de las encías, y mal aliento.
Si su niño tiene
malos hábitos de salud oral actualmente, haga un esfuerzo para que cambie
ahora.
Es más fácil
modificar estos hábitos en un niño que en un adulto.
Como su niño modela
su comportamiento con el de usted, usted debe servir de ejemplo positivo con
sus hábitos de higiene oral.
La sonrisa
saludable, el buen aliento y los dientes fuertes contribuyen todos al sentido
de la apariencia personal del joven, así como a su confianza y autoestima.
La caries y la
enfermedad periodontal pueden aumentar durante la adolescencia por la falta de
motivación en tener buenos hábitos de higiene oral.
Los niños que mantienen buenos hábitos de cuidado oral
hasta los 13 años tienen más probabilidades de continuar cepillándose y usando
la seda dental que los niños a quienes no se les enseñó el cuidado oral
apropiado.
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