martes, 30 de octubre de 2012

La anestesia en odontología


El control del dolor, debe ser la labor principal dentro de la práctica Odontológica, a pesar de su importancia, es de frecuente descuido; un buen número de pacientes rehúyen la consulta por miedo al dolor.
 La anestesia es una práctica diaria en Odontología, un alto porcentaje de los procedimientos clínicos y quirúrgicos requieren de ella.
  Esto determina que los anestésicos de uso local sean los fármacos más usados y quizás menos conocidos.
 El manejo y perfeccionamiento de los anestésicos son históricos en nuestra profesión: Horace Wells, Odontólogo, en 1897 fue el precursor del uso de la anestesia general.
Los anestésicos locales son fármacos esenciales ampliamente usados en la práctica moderna de la Odontología, el conocimiento de sus propiedades farmacológicas, mecanismo de acción, reacciones adversas, efectos secundarios, interacciones, toxicidad, etc.
Permiten actuar con cautela y elegir adecuadamente aprovechando sus beneficios y limitando sus riesgos.
Características:
Son sales, generalmente clorhidratos.
Cuando son aplicadas localmente en los nervios en concentraciones adecuadas, alteran de forma reversible la permeabilidad y excitabilidad de la membrana y la depolarización eléctrica del potencial de acción.
 Al disociarse el anestésico el catión (parte ácida) va hacia la cara interna de la membrana para impedir el paso del sodio.
Requiriendo para ello de un pH tisular fisiológico, entonces, bloquean la generación y conducción de los impulsos nerviosos, poseen un amplio margen terapéutico.
 Los anestésicos son bloqueadores de membrana, y por lo tanto pueden producir bloqueos en las membranas susceptibles de otros órganos como el corazón, ganglios nerviosos, etc.
Mecanismo de acción de los anestésicos locales: Existen 3 teorías que explican el mecanismo exacto:
 a) Producen una expansión de la membrana de la célula nerviosa y provocan una disrupción de los canales de sodio alterando la exitabilidad de la membrana y la depolarización eléctrica del potencial de acción.
 b) Altera la lipofilidad de la molécula de anestésico provocando el bloqueo de la aferencia sensitiva.
 c) Actúan en un complejo de receptores específicos de la membrana provocando una disminución de la permeabilidad de los canales de sodio.
 LA ACTIVIDAD ANESTÉSICA:
Si el pH tisular se alcaliniza, hay muy poca actividad anestésica.
Si el pH es ácido, la solución se difunde pero con menor posibilidad de acción anestésica.
Por lo tanto, la solución anestésica para producir el efecto deseado requiere de un pH fisiológico, ideal 7, máximo 7.
 Es decir un equilibrio ácido-base a fin de que en la zona interna de la membrana se produzca el bloqueo del paso del sodio y se dé un AUMENTO DEL PERÍODO REFRACTARIO.
 • Los tejidos inflamados o infectados poseen mayor grado de acidez, existe un aumento del tiempo de latencia  y ocurre un bajo efecto anestésico.
 • Las fibras motoras se caracterizan por ser más gruesas y poseen más mielina, por ello se anestesian con mayor dificultad.
 • Con los anestésicos locales se produce un mejor bloqueo cuando hay mayor frecuencia de estímulo y mayor voltaje debido a que solo bloquean los potenciales de acción y no los de reposo.
En orden secuencial se anestesian las terminaciones periféricas de:
 1) Función autónoma
2) Dolor
3) Térmicas: frío y calor
4) Táctiles (propiosepción)
 5) Presión y
6) Motoras
El retorno de la acción anestésica se efectúa en la dirección opuesta.
 •Generación: excitabilidad de la membrana (receptores sensitivos).
 •Conducción: depolarización eléctrica del potencial de acción (axones).
Objetivo: bloquear la conducción sensitiva en el territorio buco máxilo facial. Aplicación clínica: bloqueo de las aferencias sensitivas y de las eferencias motoras.

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