· Cualquier intervención quirúrgica,
requiere cuidados postoperatorios.
· Después de la extracción dental, el
dentista comprueba con atención, que la muela esté completa, íntegra.
· Que no se haya fracturado una de las
raíces, o una porción de la raíz, o un pequeño ápice radicular, y que se haya
quedado dentro.
· El Dentista, comprueba la integridad de
las paredes alveolares y si hay algún resto de esquirlas óseas, que pueden
haberse desprendido y caer dentro del alvéolo vacío, que con la sangre, cuesta
verlo.
· También puede haberse desprendido un trocito
de empaste (si la muela estaba restaurada) o incluso sarro de la propia muela.
· Se debe curetear el alvéolo, para
limpiar las paredes de restos de tejidos inflamados (tejido de granulación)
focos infecciosos apicales, cuerpos extraños como sarro o un trozo de esmalte o
empaste fracturado y desprendido durante la extracción, etc.
· Puede incluso tener que limar puntas
óseas, que al cicatrizar, aparecen, y pinchan si se aprieta la encía con el
dedo; duelen si se pone encima una prótesis removible. A ésto se le llama
“regularización ósea”.
· Después, hay que asegurarse, que el
alvéolo tenga sangre cubriendo las paredes óseas.
· Si no es así, hay que curetear hasta
que se llene de sangre como un vaso.
· Esperar un rato, si es necesario.
· Es de mucha importancia que el paciente
se vaya con el alveolo lleno de sangre y suturado, para asi poder evitar
posibles complicaciones.
· Si se usó mucha anestesia, con
adrenalina, y el hueso es muy denso, puede que no sangre eso es malo.
· Lo ideal, es conseguir que sangre y dar
dos puntos de sutura.
· El objetivo es lograr un buen cóagulo
sanguíneo para facilitar la curación lo antes posible, e inmovilizarlo con
suturas.
· El cóagulo debe ser un tapón sólido
para el alvéolo.
· Por eso conviene inmovilizarlo por 24
hrs, con sutura y mordiendo una gasa.
· Tarda 24 hrs en formarse un coágulo
firme que impida el sangrado y permita iniciar la cicatrización.
· La sangre, contiene las células
necesarias para la restitución de la integridad.
· El coágulo es la mejor protección para
esa herida.
· Es recomendable utilizar utilizar siempre
sutura reabsorbible; los puntos se caen solos en 7 días.
· Para cuidar ése coágulo fresco, y que
no se mueva ni se infecte, hay que respetar y seguir unas normas muy antiguas y
hasta famosas que tiene que saber el paciente:
Si
se ha colocado sobre la herida una gasa compresiva, el paciente debe morder
sobre ella durante una hora, luego retirarla.
Si
sangrara aún, colocar otra, repitiendo lo anterior.
Se
le dice al paciente: Muerde la gasa, no hables, muerde.
Traga
la saliva, no escupas NO TE ENJUAGUES.
Cuanto
más enjuagas, más te va a sangrar, no para.
Puedes
limpiar la sangre-saliva, con una gasa estéril, metiéndola en la boca y
absorbiendo como si fuera un paño de cocina.
Luego
muerdes una gasa estéril, haciendo un rollito con ella, aprieta, no hables.
Siéntate,
no deambules.
Relájate,
no estés pensando en hacer cosas ahora.
Cuando
llegues a casa, conviene guardar reposo ENTRE LAS PRIMERAS 12 Y 24 horas, con
la cabeza en alto.
Poner
una almohada debajo del colchón, para levantar la cabeza, cuando se va a
dormir.
No
toques la herida, no la mires, no te enjuagues, no le hagas nada, por el plazo
de 24 a 36 horas.
Transcurridas
24 horas - y siempre que no sangre - , debes enjuagarte con medio vaso de agua
tibia con bicarbonato de sodio.
Enjuágate
cada 3 a 4 horas durante un mínimo de un minuto cada vez.
Si
la extracción fue hecha en un sector muy posterior de la boca, hazte también
gárgaras.
Debes
limpiarte la herida después de cada comida, utilizando una pinza de depilar con
una bola de algodón gordita, humedecida en agua oxigenada para heridas.
Topicar,
encharcar y limpiar con agua oxigenada los bordes e interior de la herida.
Enjuagar
con agua caliente o templada con una cucharilla al ras de bicarbonato.
Repite
ésto antes de acostarte, y después del desayuno sobre todo.
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