martes, 30 de octubre de 2012

La epilepsia y sus implicaciones sobre las encías


La epilepsia es un síndrome cerebral crónico de causas diversas, caracterizada por crisis recurrentes debidas a una descarga excesiva de impulsos nerviosos por las neuronas cerebrales, asociadas eventualmente con diversas manifestaciones clínicas y para clínicas.
Las crisis pueden ser convulsivas o no convulsivas.
No todas las personas que padecen una crisis epiléptica se diagnostican de epilepsia. 

Se consideran epilépticos cuando padecen por lo menos dos ataques, los cuales no siempre son asociados a los temblores motores de una convulsión.
Una crisis epiléptica ocurre cuando una actividad anormal eléctrica en el cerebro causa un cambio involuntario de movimiento o función del cuerpo, de sensación, en la capacidad de estar alerta o de comportamiento.

La crisis puede durar desde unos segundos hasta varios minutos.
Hay más de 20 tipos diferentes de crisis epilépticas.
Los síntomas que experimenta una persona durante una crisis epiléptica dependen del lugar en el cerebro en el cual ocurre la alteración de la actividad eléctrica.
Una persona que tiene una crisis tonicoclónica puede gritar, perder el sentido y desplomarse, ponerse rígido y con espasmos musculares.
 La epilepsia puede tener muchas causas; en unos casos es debida a lesiones cerebrales de cualquier tipo.
Pero en muchos casos no hay ninguna lesión, sino únicamente una predisposición de origen genético a padecer las crisis.
Con tratamiento médico es posible el control de las crisis en un elevado porcentaje de pacientes.
El hecho de tener una convulsión no implica epilepsia.
Las contracciones y distensiones repetidas de uno o varios músculos de forma brusca y generalmente violenta pueden verse en síndromes febriles.
En particular en niños, un choque por descarga eléctrica, o las acontecidas por el abuso de licor y/o privación de sueño.
Es probable que exista predisposición para tales eventos por propensión genética.
 Clasificación
La epilepsia tiene diferentes manifestaciones que se determinan a través del tipo de crisis epiléptica, así como a través de la etiología, del curso de la enfermedad, de su pronóstico y por último a través de un diágnostico.
Crisis parciales
Ø  Crisis parciales simples:
 Son crisis cuyas manifestaciones clínicas (síntomas o signos motores, sensitivos, autonómicos o psíquicos) y electroencefalgráficos reflejan una descarga de un sistema de neuronas localizadas en una parte del hemisferio cerebral sin alteración de la conciencia.
Ø  Crisis parciales complejas
Son precedidos por un aura que señala el probable sitio de la descarga (olfatorio→temporal; visual→occipital) asociados a alucinaciones visuales o auditivas, temor, ira, etc.
Son frecuentes ciertos gestos automatizados como movimientos de la lengua, taquicardia, palidez, etc.
Generalmente no dura más que unos minutos.
Tratamiento
La epilepsia así como las crisis epilépticas pueden en la actualidad recibir un buen tratamiento.
En principio la epilepsia tiene cura.
 Al comienzo del tratamiento se debe examinar, si se puede eliminar la causa de la epilepsia; en este caso se habla de una terapia causal.
Por ejemplo: la operación de un tumor cerebral, supresión o mitigación de un trastorno metabólico.
 En la mayor parte de los casos esto no es posible
Ya sea porque no se ha encontrado ninguna causa o porque ésta no pueda ser eliminada.
Se habla de terapia sintomática en el tratamiento de estas epilepsias.
Ø  Terapia medicamentosa.
Ø  Terapia operativa.

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