La
epilepsia es un síndrome cerebral crónico de causas diversas, caracterizada por
crisis recurrentes debidas a una descarga excesiva de impulsos nerviosos por
las neuronas cerebrales, asociadas eventualmente con diversas manifestaciones
clínicas y para clínicas.
Las
crisis pueden ser convulsivas o no convulsivas.
Se consideran epilépticos cuando padecen por lo menos dos ataques,
los cuales no siempre son asociados a los temblores motores de una convulsión.
Una
crisis epiléptica ocurre cuando una actividad anormal eléctrica en el cerebro
causa un cambio involuntario de movimiento o función del cuerpo, de sensación,
en la capacidad de estar alerta o de comportamiento.
La
crisis puede durar desde unos segundos hasta varios minutos.
Hay
más de 20 tipos diferentes de crisis epilépticas.
Los
síntomas que experimenta una persona durante una crisis epiléptica dependen del
lugar en el cerebro en el cual ocurre la alteración de la actividad eléctrica.
Una
persona que tiene una crisis tonicoclónica puede
gritar, perder el sentido y desplomarse, ponerse rígido y con espasmos
musculares.
La
epilepsia puede tener muchas causas; en unos casos es debida a lesiones
cerebrales de cualquier tipo.
Pero
en muchos casos no hay ninguna lesión, sino únicamente una predisposición de
origen genético a padecer las crisis.
El
hecho de tener una convulsión no implica epilepsia.
Las
contracciones y distensiones repetidas de uno o varios músculos de forma brusca
y generalmente violenta pueden verse en síndromes febriles.
En
particular en niños, un choque por descarga eléctrica, o las acontecidas por el
abuso de licor y/o privación de sueño.
Es
probable que exista predisposición para tales eventos por propensión genética.
Clasificación
La
epilepsia tiene diferentes manifestaciones que se determinan a través del tipo
de crisis epiléptica, así como a través de la etiología, del curso de la
enfermedad, de su pronóstico y por último a través de un diágnostico.
Crisis
parciales
Ø Crisis parciales simples:
Son crisis cuyas manifestaciones clínicas
(síntomas o signos motores, sensitivos, autonómicos o psíquicos) y
electroencefalgráficos reflejan una descarga de un sistema de neuronas
localizadas en una parte del hemisferio cerebral sin alteración de la
conciencia.
Ø Crisis parciales complejas
Son
precedidos por un aura que señala el probable sitio de la descarga
(olfatorio→temporal; visual→occipital) asociados a alucinaciones visuales o auditivas,
temor, ira, etc.
Son
frecuentes ciertos gestos automatizados como movimientos de la lengua,
taquicardia, palidez, etc.
Generalmente
no dura más que unos minutos.
Tratamiento
La
epilepsia así como las crisis epilépticas pueden en la actualidad recibir un
buen tratamiento.
En
principio la epilepsia tiene cura.
Al comienzo del tratamiento se debe examinar,
si se puede eliminar la causa de la epilepsia; en este caso se habla de una
terapia causal.
Por
ejemplo: la operación de un tumor cerebral, supresión o mitigación de un
trastorno metabólico.
En la mayor parte de los casos esto no es
posible
Se
habla de terapia sintomática en el tratamiento de estas epilepsias.
Ø Terapia medicamentosa.
Ø Terapia operativa.
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